¿Cómo mantener tu coche fresco? Consejos para el uso del aire acondicionado
Cuando el calor aprieta, encender el aire acondicionado del coche puede ser un alivio absoluto. Pero para que este sistema funcione correctamente durante los meses más calurosos del año, es fundamental entender cómo utilizarlo de forma eficiente, cómo mantenerlo y qué hábitos evitar. Un aire acondicionado en mal estado no solo enfría menos, también puede gastar más combustible, generar malos olores o incluso dejar de funcionar en pleno verano.
El sistema de aire acondicionado del coche funciona gracias a un gas refrigerante que circula por un circuito cerrado. Este gas pasa por un compresor, un condensador, una válvula de expansión y un evaporador. El proceso permite absorber el calor del habitáculo y expulsarlo al exterior. Cuando alguna de estas piezas falla o el gas se encuentra en mal estado, el sistema pierde eficacia.
Uno de los errores más comunes es encender el aire acondicionado a máxima potencia nada más arrancar el coche. Esto obliga al sistema a trabajar al máximo cuando aún no está estabilizado. Lo ideal es ventilar primero el interior bajando las ventanillas durante unos minutos, encender el coche y el aire en modo moderado, y solo subir la potencia una vez que se ha expulsado el aire caliente acumulado.
También es importante usar correctamente el sistema de recirculación de aire. Este modo impide que entre aire del exterior y permite enfriar más rápido el habitáculo. Se recomienda activarlo solo durante los primeros minutos, y luego volver al modo normal para renovar el aire y evitar condensaciones y olores.
El filtro del habitáculo o filtro antipolen debe cambiarse al menos una vez al año. Si está sucio u obstruido, el aire que circula dentro del coche puede arrastrar polvo, bacterias o moho, provocando alergias y olores desagradables. Además, reduce el flujo de aire y obliga al ventilador a trabajar más, lo que también puede dañar otros componentes del sistema.
Si notas que el aire acondicionado no enfría como antes, puede que el nivel de gas refrigerante esté bajo. Esto puede deberse a pequeñas fugas o al paso del tiempo. Un técnico puede comprobar la presión del circuito y, si es necesario, hacer una recarga. En muchos talleres, como Talleres Santa Mónica, esta operación incluye también la recuperación y reciclado del gas antiguo para evitar emisiones contaminantes.
El compresor es una de las piezas más importantes y costosas del sistema. Su vida útil depende directamente del buen uso del aire acondicionado. Para mantenerlo en forma, es recomendable encender el aire acondicionado durante al menos 10 minutos una vez al mes, incluso en invierno. Esto mantiene lubricado el sistema y evita que el gas se deteriore o se generen bloqueos.
Evita utilizar el aire acondicionado con las ventanillas abiertas o en combinación con el techo solar, ya que el sistema perderá eficacia y aumentará el consumo. Cierra todas las entradas de aire, asegúrate de que las salidas están bien orientadas (preferiblemente hacia el centro del habitáculo) y no las bloquees con objetos.
Si el aire huele mal, probablemente haya acumulación de humedad, bacterias o moho en el evaporador. En este caso, conviene realizar una limpieza antibacteriana del sistema. Muchos talleres ofrecen tratamientos de ozono o espumas especiales que eliminan los microorganismos sin dañar los componentes.
El aire acondicionado también puede influir en el consumo de combustible. Aunque los modelos modernos han mejorado mucho en eficiencia, se estima que puede incrementar el consumo entre un 5 % y un 10 %. Aun así, sigue siendo más eficiente que conducir por autopista con las ventanillas bajadas, lo cual aumenta la resistencia al aire.
No pongas el ventilador del aire al máximo durante largos periodos, especialmente si la temperatura exterior no es extrema. Usa la función “AUTO” si tu coche la tiene, ya que regula la velocidad de forma eficiente. Además, evita apuntar directamente el aire frío al rostro o al pecho: puede provocar molestias musculares o resfriados.
Si vas a dejar el coche estacionado al sol, usa un parasol en el parabrisas y deja las ventanillas ligeramente abiertas (si es seguro hacerlo). Esto reduce la temperatura interior, haciendo que el aire acondicionado necesite menos esfuerzo para enfriar el habitáculo.
Los sistemas más modernos de climatización permiten programar zonas de temperatura distintas, activar el aire desde el móvil e incluso detectar la calidad del aire exterior. Si tu coche tiene estas funciones, aprovecha su tecnología para mantener el habitáculo en condiciones óptimas.
Antes de un viaje largo en verano, haz revisar el sistema completo. En Talleres Santa Mónica realizamos diagnóstico de fugas, revisión del compresor, nivel de gas, funcionamiento del ventilador y limpieza del evaporador. Así puedes viajar con la tranquilidad de que el aire acondicionado funcionará cuando más lo necesites.
Un mantenimiento del aire acondicionado de coche adecuado no solo mejora el confort, también protege tu salud, reduce averías y mejora la eficiencia del sistema. Mantener tu coche fresco en verano no es un lujo, es una necesidad.